Si estamos perdidos en la naturaleza y no contamos con una brújula o GPS, uno de los métodos de orientación que podemos usar durante el día es el del reloj. Para conocer el norte deberemos contar con un reloj de aguja.

A continuación deberemos tomar un palito fino, clavarlo en el suelo y acomodar el reloj de manera que la sombra proyectada por el palito divida el cuadrante del reloj en forma vertical, atravesando los números 12 y 6.

Con el reloj así presentado, atendemos al ángulo que forman el número 12 y la aguja de la hora. Trazando su bisectriz (es decir una recta que divida el ángulo en dos partes iguales) obtendremos una indicación aproximada del norte.

Si nos encontramos en el hemisferio norte, en cambio, deberemos acomodar el reloj alineando la sombra del palito con la posición de la aguja de las horas (en vez de con el numero 12).

Es fundamental tener en cuenta que se trata de un método aproximado que funciona con la hora solar: Cuanto mayor sea la diferencia entre el huso horario que tenemos en el reloj y la hora solar    en ese lugar, mayor será el error de orientación.

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