Por el bien de los hielos eternos
La reglamentación de la Ley de Glaciares es un hecho. Esta semana el gobierno dio un paso fundamental para salvar a los glaciares de la amenaza minera y petrolera, pero según los grupos y organizaciones ambientalistas, aún queda mucho por hacer. Al establecer la medida, el gobierno se compromete a destinar un presupuesto para la Preservación de los Glaciares y el Ambiente Periglacial, con el fin de preservarlos como reservas estratégicas de recursos hídricos para el consumo humano, agrícola, recarga de cuencas y para la protección de la biodiversidad; con este medida se constituye a los glaciares como bienes de carácter público. Asimismo, el gobierno ordenó al Conicet a que inicie un relevamiento de estas zonas para conocer cuáles son los recursos que existen en ellas, aunque la reglamentación no establece plazos para realizar ese inventario ni tampoco fija las áreas prioritarias a relevar, sobretodo y teniendo en cuenta que en algunas zonas se realizan actividades prohibidas por la Ley como ser la explotación minera.
Estos puntos poco claros provocaron controversia entre los activistas y las organizaciones ambientalsitas del país quienes destacaron que hay que seguir trabajando para que la ley se cumpla.
Para comprender la dimensión del tema, basta mencionar que los Campos de Hielo Continental Patagónico -situados entre Argentina y Chile- representan la mayor superficie gélida del hemisferio Sur, después de la Antártida. Nuestro país cuenta hoy día con alrededor de medio centenar de grandes glaciares y varios cientos de glaciares de mediana magnitud, lo que representa el 75% de las reservas hídricas de la nación. Estos cuerpos helados son las mayores reservas de agua dulce del planeta, convirtiéndose en un invalorable recurso estratégico.
Cuidarlos y preservalos depende de todos.
Más información:
Ley de Glaciares
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