Las avalanchas en las altas montañas
La avalancha, también conocida como alud, es uno de los tantos peligros que nos pueden acechar estando en la montaña. Existen pocas posibilidades de salir ileso de ella, por eso hay que ser muy cuidadosos en las alturas. Este tipo de acontecimiento, no sucede de un momento a otro, normalmente nos da cierta cantidad de tiempo para tomar las medidas de seguridad.
Los signos que advierten una avalancha son:
- Pequeños movimientos del terreno, leves desprendimientos o afluencias.
- Nuevas grietas en los cimientos.
- Acumulación en la base de una pendiente.
- Ruidos débiles y retumbantes.
- Inclinación de la tierra hacia abajo en una dirección.
- Sonidos que no son habituales, como el de árboles resquebrajándose.
¿Qué hacer?
En una situación de avalancha debes soltar tu bastones de esquí e intentar una especie de brazada de natación. En el momento en el que se detenga la caída, es importante enroscarse como una bola y poner las manos frente a la cara. Para poder saber de qué lado se encuentra la superficie, se aconseja escupirse la mano y observar hacia dónde va la saliva. Es muy importante preservar la energía y el oxígeno, así que no hay que gritar. Trata de sacar un brazo a la superficie, y espera a los socorristas.
Fuente: Guía de Supervivencia