El compromiso de conseguir abrigo e impermeabilidad en condiciones de uso “deportivas” (actividad aeróbica), impone exigencias especiales para la indumentaria que impactan directamente en el disfrute de la experiencia de esquiar.

Existe una tensión entre respirabilidad e impermeabilidad que se manifiesta en la dificultad de incrementar ambas en simultáneo. Las tramas abiertas aumentan la primera a la vez que las vuelven menos impermeables y viceversa.

La mayor densidad del agua respecto del aire, sin embargo, ofrece un rango en el que se puede trabajar con tecnología aplicada. Al generar membranas con huecos la respirabilidad aumenta, pero se vuelve cada vez más difícil frenar el agua a presión en las lluvias y vientos fuertes. Es por esto que se utilizan filamentos entrecruzados que permiten una rápida aireación e impiden el pasaje del agua. Es común que los productos técnicos expresen en valores estas características. La respirabilidad se mide en gramos por metro cuadrado cada 24 horas, es decir que si encerráramos una fuente de vapor con una membrana de 1 m2 y midiéramos la cantidad del mismo que logra atravesarla en ese tiempo obtendríamos el valor de respirabilidad de ese tejido. De esta manera, una respirabilidad de 8.000 gr/m2/24hs como la que utiliza Montagne significa que al cabo de 24 hs. 8 litros han logrado atravesar la membrana. Es interesante la comparación con las prendas normales, que mediante un resinado aplicado al tejido no suelen superar los 300 o 400 gr/m2/24hs.

Vistiendo una prenda técnica también se transpira, pero la capacidad de evitar la condensación interior de esa transpiración es la gran prestación de esta tecnología, que se traduce en un mayor grado de confort. Con indumentaria normal la sensación al realizar ejercicio es la de estar aprisionado por el tejido. Si esta sensación disminuye en prendas deportivas, con ropa técnica los resultados son de un confort completamente distinto.

Tecnologías aparentemente poco importantes en el local, adquieren total relevancia en el terreno: los cierres impermeabilizados mediante una membrana son una necesidad primordial para mantener secas las prendas de la segunda capa de vestimenta.

Tecnologías de bondeado como el Touch Technical Concept de Montagne permiten lograr uniones totalmente impermeables y bolsillos estancos útiles para proteger objetos delicados.

Las trampas de nieve en cintura y botamangas son un standard del rubro pero es importante buscar sistemas realmente eficientes, regulables y que se adapten al cuerpo brindando comodidad y funcionalidad. Complementan estas características las mangas radiales, es decir, cortes especiales en la campera que preveen una amplitud mayor en el movimiento de los brazos, mientras que en pantalones se trabaja con recortes de tejidos elásticos en rodillas y entrepierna para lograr mayor flexibilidad.

La indumentaria técnica es un camino de ida: después de experimentar el confort que brindan, es muy difícil sentirse cómodo vistiendo prendas de tecnología inferior.