Ir de camping es una idea que entusiasma a todos los niños, pero es necesario que entiendan lo que implica acampar y los recaudos que deben tomar. Deben ser conscientes de su entorno y las cosas que pueden ser nuevas para ellos. Es una buena idea explicarles qué tipo de vida silvestre existe alrededor y cuáles de esos animales, insectos o plantas, pueden ser peligrosos y deben evitar.

Por eso, es importante que los adultos se informen sobre la zona donde están acampando y lo qué los rodea, para identificar las cosas peligrosas y saber cómo enfrentarse ante ellas. En algunas zonas, se pueden encontrar desde arañas venenosas u hormigas rojas hasta osos, cocodrilos, pumas y serpientes. Algunas plantas o arbustos venenosos para evitar son: roble, hiedra y zumaque venenoso, la ortiga de madera, setas tóxicas , etc.

Una vez establecidos en el camping, hay que llevar a los chicos a dar una vuelta por la zona para que se familiaricen y sepan dónde está todo. También se les puede indicar qué áreas están fuera de los límites y en cuáles sí pueden jugar. Darles un silbato es una acción simple para mantenerlos a salvo, en el caso de que se pierdan o necesiten ayuda, advirtiéndoles que no es para jugar. Las linternas son esenciales para las actividades nocturnas, para que puedan jugar en la oscuridad o tratar de encontrar el camino al baño o a la carpa.

Además de todos estos consejos, es indispensable mostrarles y explicarles las reglas del campamento. De esta manera toda la familia podrá vivir una experiencia de campamento segura y emocionante.

Fuente: camptrip.com