¿Estamos cargando demasiado peso?
Al emprender una nueva aventura, qué llevar y qué no se vuelve esencial para poder planear el viaje. Pero el espíritu precavido puede llevarnos a empacar más de lo realmente necesario. Por eso, si deseamos evitar lesiones y disfrutar aun más en las marchas más largas, conviene evaluar el peso de la mochila en relación a nuestro peso corporal antes de salir de casa.
Para obtener mediciones confiables, especialmente si contamos con una balanza personal hogareña, lo mejor es pesarnos y a continuación hacerlo nuevamente cargando la mochila completa y el equipo que llevaremos enganchado a ella. De esta diferencia surge el peso total del equipo, que difícilmente podríamos obtener de manera confiable si apoyáramos directamente la mochila en la pequeña base de nuestra balanza.
Como referencia debemos tener en cuenta que los deportistas entrenados pueden cargar como máximo un tercio de su peso corporal y, sólo en algunos casos, tal vez un poco más. Si tenés algo de entrenamiento o no estás en tu mejor forma, deberás reducir tu equipaje a la cuarta o quinta parte de tu peso corporal para asegurarte de que podrás cargarlo luego sin lesionarte o fatigarte. Siguiendo estos consejos, evitaremos que el peso de nuestro equipaje se vuelva una mochila de preocupaciones en el camino.
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