Antiparras para la nieve
Cuando planeamos un viaje a la nieve, nos equipamos perfectamente y con la ropa adecuada para combatir las bajas temperaturas. Pero no debemos olvidarnos de un elemento fundamental, que no es un complemento, sino una necesidad: las antiparras. Estas protegen los ojos de los efectos del sol, la nieve y el frío y debemos usarlas siempre que vayamos a una zona de nieve.
¿Por qué llevar protección?
Las antiparras debemos llevarlas puestas siempre porque de lo contrario podemos sufris lesiones oculares, ya que la nieve puede llegar a reflejar hasta el 85% de los rayos UV. Además, la combinación del frío, la nieve, la niebla y el viento pueden proyectar microcristales de frío y nieve contra la córnea, dañando el ojo.
Oftalmia
Uno de los problemas más comunes después de un día intenso en la nieve, es la oftalmia o más conocida como “ceguera de la nieve”. Los síntomas son varios: sensación de tener arena en los ojos, lagrimeo, fotofobia, disminución de la agudeza visual y ojos rojos. Estas reacciones suelen aparecer entre cuatro y seis horas después de haber estado expuestos al sol.
Los Pro de las Antiparras
- Son cerradas, y cubren los ojos por completo, lo que asegura una mayor visibilidad en el descenso.
- Las entradas de aire frontales que suelen tener son muy útiles ya que evita que se empañen.
- Las espumas de protección en los orificios de aireación impiden la penetración de la nieve y brinda una mayor visibilidad.
A tener en cuenta:
- El cuidado de los ojos aún es más importante en los menores de 18 años, ya que a esa edad el cristalino aún no ha acabado de formarse y los daños entonces pueden ser muy graves.
- Los ojos claros son más sensibles a sufrir lesiones que los ojos oscuros.
- No hay que guardar las antiparras en la campera, sino ponerlas en la nuca, para evitar que se empañen.
¡Por eso, si vas a la nieve, no te olvides tus antiparras!
Fuente: hola.com