10 preguntas antes de encarar tu aventura
Son muchos los factores por los que podemos quedar atrapados en una situación de supervivencia. Por falta de preparación física, falta de conocimientos, un equipo inadecuado o simplemente por descuido. Pero muchas situaciones pueden evitarse haciendo una evaluación previa.
Sometamos nuestra aventura a un cuestionario:
1- ¿Cuento con un conocimiento adecuado de la zona?:
Si no viajamos con un guía o alguien que tenga conocimientos de la zona, es conveniente averiguar todos los datos posibles del lugar, flora, fauna, amenazas, caminos, refugios, los lugares adecuados donde asistir en caso de emergencia. También nos pueden ser de ayuda instrumentos de medición como brújulas, altímetros, medidores de presión, mapas, etc
2- ¿Tengo en cuenta el clima para los días que dura mi aventura?
De acuerdo al clima podremos saber cuál es el equipo necesario y la indumentaria correcta. Ropa impermeable y abrigada, o con protección UV para los rayos solares, una carpa con un altísimo nivel de impermeabilidad o quizás una que no tenga una gran estructura para poder afrontar los vientos de una mejor manera. Quizás una mochila de gran litraje o una pequeña que porte una bolsa de hidratación, etc
3- ¿Tengo la preparación física para afrontar los esfuerzos necesarios?
Una adecuada preparación física, así como una buena alimentación, influirá en nuestro desempeño de una forma importe. En cada actividad utilizamos músculos o articulaciones puntuales y al prepararnos tenemos que tener esto en cuenta. Por ejemplo si hacemos ski deberemos hacer hincapié en el fortalecimiento de nuestras piernas, nuestras rodillas, tobillos y abdominales.
5- ¿Cómo puedo tener en cuenta situaciones extremas como ser casos de hipotermia o hipertermia?
Tenemos que estar preparados e informados de como actuar en una situación de supervivencia. Si sabemos como actuar en estos casos, sabemos el equipo de primeros auxilios necesario y el equipo que hasta puede salvar vidas en ciertas situaciones.
6- ¿Alguien más que nosotros sabe de nuestra aventura?
Puede darse el caso, por ejemplo en que el guía de expedición no esté en condiciones de guiarnos dada una circunstancia. Para prever esta situación sería ideal que la mayor cantidad posible de miembros sepan el itinerario de viaje y toda la información relevante para llevarla a cabo. Inclusive para mayor seguridad, deberíamos dejar una copia del itinerario a alguna persona que no participe del viaje.
7- ¿Cómo puedo prever un caso de deshidratación y falta de alimento?
Una mochila de trekking con una bolsa de hidratación o waterbag nos puede ayudar en este punto, pero igualmente, a modo de precaución deberíamos contar con los conocimientos y elementos para extraer recursos de la naturaleza y poder purificarlos.
El alimento necesario tiene que ser calculado en función a nuestra exigencia física. No es lo mismo un día de trekking que un día de escalada o de ski. Este es un tema en el cual no se puede especular, nuestras fuerzas dependen de una buena alimentación.
8- ¿Estoy teniendo en cuenta el tiempo adecuado para descansar entre una actividad y otra?
Antes de someternos a un día de cientos de actividades hay que calcular nuestro tiempo de descanso entre y durante cada una de estas. En muchos lugares nos tendremos que manejar con la luz que nos provee la naturaleza por ejemplo, y un ritmo lento por exceso de descanso nos puede hacer permanecer en un lugar una importante cantidad de horas que no habíamos calculado.
9- En caso que el viaje sea en grupo, ¿las demás personas están en igualdad de condición frente a este cuestionario?
Más de una expedición fracasó porque algún miembro del grupo no contaba con la preparación física adecuada. Es necesario evaluar todos los aspectos tratados en este cuestionario dentro del grupo. También sería conveniente chequear si algún miembro padece de una enfermedad que dadas ciertas circunstancias pueda llegar a verse afectado.
10- ¿Estoy informado de cómo cuidar el medio en el cual voy a realizar mi aventura?
Muchos de los puntos anteriores son para cuidarnos a nosotros mismos, o algún miembro del grupo, pero cuidar la naturaleza debería tener la misma importancia. Tenemos que saber las “reglas” del lugar a donde vamos (impuestas por el hombre o por la misma naturaleza). Por ejemplo saber cuál es el lugar adecuado para realizar una fogata, si es que está permitido. Tenemos que prestar atención a no contaminar o alterar el espacio natural. Percudir el medio ambiente tarde o temprano nos perjudica a nosotros mismos.
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