La transpiración es el efecto del organismo al momento de realizar actividad física.

Durante el ascenso a la montaña podemos llegar a caminar por varias horas, lo cual hace aumentar nuestra temperatura interna, por lo que nuestro cuerpo, sabiamente, mediante el sudor consigue una refrigeración perfecta. A medida que continuamos, la transpiración no cesa de producirse dejando al el cuerpo desnutrido de líquido y puede llegar a traer graves consecuencias; como la disminución del rendimiento muscular y golpes de calor. En consecuencia, el cuerpo se encuentra más vulnerable al frío teniendo así más facilidad a congelarse.

Nuestro cuerpo es 75% de agua que nutre todo nuestro organismo. Por esta razón es fundamental mantenerse hidratado, beber agua cada 30 minutos. Es muy importante tomar antes de que el cuerpo tenga la necesidad, de tener sed o tener la boca seca.

Fuente: www.cuentatuviaje.net