29 de agosto: Día del árbol
Suecia fue el primer país del mundo en instituir un día del año como «Día del árbol», allá por 1840. En nuestro país, el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento, Presidente de la Nación entre1868 y 1874, que en un discurso destacó: «El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no solo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable» y agregó además que: «La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella ¡Árboles! ¡Planten árboles!».
Las palabras de Sarmiento encontraron eco treinta años después, cuando el 29 de agosto de 1900, el Consejo Nacional de Educación, siguiendo la iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos, instituyó ese día particular como celebración de «Día del Arbol», y cuyo festejo se concretó a partir de 1901.
En su día, es importante que recordemos los derechos de los árboles como seres vivos, esos derechos que necesitamos garantizar para conservar y convivir en armonía con ellos:
1. Los árboles tienen derecho a la vida, porque también nacen.
2. Tienen derecho a ser protegidos, y a gozar de sus necesidades: luz, agua, aire, espacio.
3. Tienen derecho a no ser dañados. Todo lo que ponga en peligro sus vidas es un asesinato (fogones, incendios de reservas o parques).
4. Tienen derecho a cumplir su ciclo, y la tala indiscriminada les niega ese derecho. Si la tala es necesaria, debe realizarse una plantación equivalente en el mismo lugar.
5. Tienen derecho a crecer. Destruirlos siendo pequeños, y sin haberse reproducido, atenta contra las especies, e indirectamente contra nosotros mismos, ya que ellos mejoran nuestra calidad de vida y nuestro ambiente. Además, sirven de hogar de una diversidad de especies que no encuentran lugar si ellos no existen.
Cuidemos nuestros árboles! Feliz día a todos ellos!